Chavalas es una película española dirigida por Carol Rodríguez Colás y escrita por Marina Rodríguez Colás. Esta ópera prima, nos habla de la travesía de vuelta a casa de una joven fotógrafa llamada Marta (interpretada por Vicky Luengo),  que tras haber sufrido varios vaivenes en su vida en Barcelona, decide volver al barrio en el que creció. En esta vuelta a sus orígenes, no solo se reencontrara con sus padres y amigas de toda la vida, sino que  conectara de nuevo con su “yo auténtico”; aunque la película acaba estando envuelta de muchas más capas. A fin de cuentas, Chavalas es una oda a la autenticidad, a la importancia de los vínculos intrafamiliares y a que la verdadera perfección reside en lo imperfecto.

La película está protagonizada por Vicky Luengo, Elisabet Casanovas, Carolina Yuste y Ángela Cervantes; con la colaboración especial de Ana Fernández y José Mota. Chavalas llegará a las salas de cine españolas, este próximo 3 de septiembre.

Sinopsis

Marta, Desi, Soraya y Bea, amigas inseparables en la adolescencia, vuelven a reencontrarse en el barrio para revivir la amistad que las unió, compartir nuevas aventuras juntas y hacer frente a los dilemas que las rodean. Una realidad que las obligará a enfrentarse a aquellas adolescentes que fueron y a las mujeres que quieren ser.

Casi sin darse cuenta, se ayudarán a tomar decisiones importantes en sus vidas. El paso del tiempo y lo distintas que son no será excusa para que su amistad prevalezca sobre todo lo demás. (Filmax)

Living in a material world

Chavalas es una cinta que abarca más de lo que uno puede esperar a priori de ella, al igual que es un film más necesario y relevante que nunca, dado a los tiempos que corren. En los tiempos de Instagram y Tik Tok, era necesario poner de manifiesto un poquito de autenticidad y verdad dentro de la ficción. La directora ha sabido dotar a la película de mucha verdad y corazón, de una forma muy inteligente y acertada. Se evidencia el “postureo” y la superficialidad imperante de nuestros días, engrandeciendo aquellos lugares a los que una siempre puede ir en busca de una mano amiga.

A veces, buscamos la felicidad personal en lugares y junto a personas que no valen la pena, guiados equívocamente por nuestra vanidad y la falsa concepción del éxito que nos inculcan. Es básicamente lo que le pasa al personaje de Vicky Luengo, que cree que su realización personal y profesional depende de exponer en una galería prestigiosa de Londres o codearse con la gente “chic” del mundillo”; descubriendo que su fracaso artístico reside precisamente en eso, ya que está creando desde esa falsedad. La vuelta a sus raíces  le pone de nuevo los pies en la tierra, sintiéndose más viva y más plena que nunca al lado de su  grupo de amigas.  

Solo a mí

Chavalas es ante todo un canto a la amistad, entre cuatro amigas que se conocen de toda la vida. Es maravilloso la construcción que se ha hace de estos personajes, llenándolos de un carisma y un aura muy particular. Cada una de ellas proyectan diferentes energías a cámara, haciendo que sea irresistible para el espectador no enamorarse por completo de este grupo de amigas.

Las actrices que encarnan los respectivos papeles son lo más y se nota muchísimo la buena química que existe entre todas ellas. Puede que Vicky Luengo sea la protagonista como tal, pero Chavalas es sin duda una película coral. Me he reído a más no poder con el trabajo de Ángela Cervantes y de Carolina Yuste, me he enternecido con la interpretación llevada a cabo por Elisabet Casanovas y me he visto reflejado para bien y para mal en el trabajo que hace Vicky Luengo.

Al hilo de esto, considero que la mayoría de personas que acuda a ver la película, reconocerá al instante muchas actitudes y personalidades que les recordaran a alguno o varios de sus amigos, al ver las peripecias y situaciones que comparten este grupo de chavalas en la película.  En ese aspecto y sin repetirme en exceso con este punto, la cinta cuenta con muchos factores que la hacen muy reconocible y verdadera para el público.

Realidades del día a día

Tal y como he dicho anteriormente, Chavalas abarca muchos temas interesantes que son verdaderamente relevantes y actuales hoy en día. Por un lado, aborda la precariedad laborar de los jóvenes en este país y la incapacidad que muchos tienen de poder costearse una vivienda propia. En muchas otras series y películas de la actualidad, se obvia estas realidades que son totalmente palpables para el ciudadano de pie. Hemos visto en  infinidad de ocasiones un retrato de la juventud española, que se aleja totalmente de la verdadera realidad.

En ese sentido, Chavalas es una cinta que muestra la cruda realidad de los jóvenes, reflejando la proeza que es encontrar un trabajo en este país o llegar a fin de mes sin pasar apuros. También la película muestra otras realidades de la mujer, sin quedarse en lo normativo o en aquello de lo que estamos hartos de ver en ficción.

Por último me gustaría hablar un poco más si cabe, sobre este alegato en favor de la imperfección que nos muestra Chavalas. Por ejemplo, hay un momento entre Vicky Luengo y José Mota que me parece maravilloso, por lo mucho que trasmite desde la sencillez. Temas como estos que se abordan en Chavalas hacen que sea una cinta muy necesaria, dado a que puede ayudar a  abrir las mentes y concienciar a los más jóvenes de que la perfección que nos venden en las redes sociales, no existe.

Conclusión de ‘Chavalas’

Chavalas es un canto a la amistad y a la autenticidad de una misma, que nos recuerda que la verdadera perfección es imperfecta. Una película que aborda con mucha brillantez, las distintas realidades por las que atraviesan los jóvenes españoles de hoy en día.

Cuenta con una interpretación coral maravillosa, con personajes llenos de desparpajo y carisma; sin olvidar también las dos colaboraciones especiales de Ana Fernández y José Mota, que también hacen un trabajo magnifico. En definitiva, una película que va a sorprender y que ojalá le vaya bien en taquilla, porque son cintas de este tipo las que necesita el cine español más que nunca.

 

Fuente: Daniel Jimenez, de Cinemagavia.