«Fue la mano de Dios»: Los duros golpes que te hacen grande
Paolo Sorrentino, ganador del Oscar en 2014 por La gran belleza, vuelve con la película Fue la mano de Dios, una autobiografía que es nada más y nada menos que una carta de amor y odio hacia su tierra natal, Nápoles. Una profunda historia sobre la juventud y el momento de pensar en el futuro, en medio de una ciudad decadente pero llena de sueños y esperanzas. Estreno en salas de cine españolas el 3 de diciembre de 2021.
Sinopsis de ‘Fue la mano de Dios’
El oscarizado guionista y director Paolo Sorrentino (‘Il Divo’, ‘La gran belleza’, ‘The Young Pope’) presenta la historia de un chico, Fabietto Schisa, en el turbulento Nápoles de los años ochenta. En Fue La Mano De Dios, hay lugar para alegres sorpresas —como la llegada del legendario futbolista Diego Maradona— y para una tragedia igual de imprevista.
El destino interpreta su papel, la alegría y la desdicha se entrelazan y el futuro de Fabietto echa a rodar. Sorrentino vuelve a la ciudad que lo vio nacer para contar su historia más personal: un relato sobre el destino y la familia, los deportes y el cine, el amor y la pérdida. (NETFLIX ESPAÑA)
La cruda madurez
El tema central de Fue la mano de Dios es impresionante y está contado de maravilla. La época de la juventud en el Nápoles de los años 80 estaba repleta de una esperanza en el aire que se ocultaba tras la miseria y la corrupción en las calles. Sorrentino nos relata las sensaciones de su vida y de una ciudad entera mediante un joven llamado Fabietto (interpretado de maravilla por Filippo Scotti), quien es parte de una familia promedio de la ciudad y quien aún es inocente de la vida.
Uno de los mejores elementos que tiene la cinta es su apego a la cruda realidad y la forma en que sabe matizar el drama y el dolor con humor y comedia. Al final, así es la vida, te lleva por altos, bajos y situaciones incómodas mientras decides si madurar y seguir adelante hacia un mejor futuro luego de las tragedias que pueden ocurrir o rendirte para formar parte de la pobreza de una sociedad carente de sueños.
La dolce / amarga vita
Es evidente el amor que tiene Sorrentino por el cine italiano y, más específicamente en esta cinta, por el cine del mítico director italiano Federico Fellini. Él mismo ve el cine como esa forma de convertir una tragedia en algo hermoso para contar, y así lo hace. Fue la mano de Dios nos narra mediante situaciones, que pueden tornarse difíciles incluso de ver, la vida del joven personaje principal. Situaciones difíciles del día a día que están ahí, aunque no las quieras, y que te acaban moldeando.
Fue la mano de Dios, es una película de autor. Esta narrada lentamente y con mucho dialogo, simbolismos y metáforas, por lo que es densa en contenido y puede tornarse amarga para algunos, pero es una historia que no te cansa en ningún momento porque, aunque no comprendas momentos de la vida de su protagonista, siempre tiene algo hermoso que contar. Y ya ni hablemos de su dirección de fotografía que es sumamente hermosa.
Maradona y la esperanza
En Fue la mano de Dios, la figura de Maradona es la clave de lo que quiere explicar el director con su propia historia. Cómo uno de los jugadores de futbol más importantes (sino el más importante) del mundo hizo soñar a toda una sociedad napolitana en aquella época, llenándoles de ilusión y alegría en medio de una ciudad llena de oscuridades.
Sin embargo, aunque el título de la película llevé el nombre de aquél icónico gol de Maradona en Fue la mano de Dios, no es una carta de amor hacia Maradona mismo, sino que esta idea representa la búsqueda de la felicidad por parte de la ciudad de Nápoles, donde las personas que ahí habitan buscan un sueño bonito al que apegarse para salir adelante, y donde nuestro protagonista, el joven Fabietto, comienza a crecer y aprender.
Conclusiones de ‘Fue la mano de Dios’
Paolo Sorrentino ha sacado desde dentro de sí mismo la mayor de las inspiraciones para traernos una hermosa y dolorosa historia de adolescencia y madurez.
Fue la mano de Dios es una historia que cuenta toda la paleta de blancos, grises y negros, mientras nos presenta esos golpes que da la vida que nos forman y nos convierten en más grandes de lo que podamos soñar ser.
Fuente: Luciano Ferranti, de Cinemagavia