«No te preocupes querida»: aquí no pasa nada

La nueva película de Olivia Wilde se estrena no exenta de polémica este viernes 23 de Septiembre.

Encuentros y desencuentros

Si algo se ha levantado por encima de la obra (¿de arte? tal vez sí, tal vez no) que es No te preocupes querida, algo que enturbia todo logro (más no todo fiasco) de la película dirigida por Olivia Wilde, es la polémica. Primeramente porque antes de su primera proyección la cinta fue marcada por el intercambio de reproches entre Shia LeBeouf y su directora. Wilde se jactaba de haber echado del rodaje al actor por su método “combativo” de interpretación, el cual impedía el buen desarrollo del rodaje. LeBeouf, conocido por escándalos y trifulcas (la última una acusación de agresión sexual por parte de su ex, FKA Twigs), ha negado el asunto. Para él, su salida del proyecto y posterior sustitución por el ex-onedirectioner Harry Styles estuvo motivada por la incompatibilidad de horarios. Wilde, no obstante, subraya que necesitaba proteger al resto del equipo, en especial a Florence Pugh, que iba a protagonizar la cinta junto al actor. 

Sea cual sea la versión que uno quiera creer (y ojo, ambas son compatibles) la polémica no ha terminado ahí. Resulta que, durante el rodaje, Wilde comenzó un romance con el sustituto de LeBeouf: Harry Styles. A Pugh, que debía interpretar a la pareja del cantante en la película, esto le incomodó sobremanera, hecho que publicó la web Page Six y que junto a todos estos desencuentros recoge el cronista, periodista, crítico y cinéfago Javier Navío en sus artículos para ABC sobre el tema. A esta supuesta incomodidad se sumó la diferencia de salario: Styles (más cantante de masas que actor profesional) percibía por el papel 2,5 millones de dólares, mientras que la nominada al Oscar cobraba 700.000 por interpretar a su pareja. 

Durante todo este embrollo sobredimensionado por la magia de internet, llegó el Festival de Venecia. La película se presentó allí con la presencia tan solo parcial (Florence Pugh no acudió a la rueda de prensa) de su protagonista, que puso como excusa su compromiso con la secuela de Dune que en estos momentos rueda en Budapest. 

La película (al margen de la prensa amarillista)

El hecho de que la actriz principal se encuentre incómoda ante el romance que recien comienzan su compañero de cast (con el que tiene que rodar las escenas de sexo que exige el guion) y la directora ante la que tiene que rendir cuentas es indudablemente algo que influye en la imagen de la película. Obra y autor no se pueden separar, y unas circunstancias polémicas no se abstraen como por arte de magia del rodaje de una escena. No obstante, idealmente No te preocupes querida es una historia independiente de cualquier condicionante morboso.

El guion escrito por Katie Silberman, Carey Van Dyke y su hermano, Shane Van Dyke, es una intriga psicológica ambientada en los años 50 en la que se contrasta el imaginario romántico y optimista del norteamericanismo próspero y familiar del capitalismo en ciernes con la imposibilidad de una utopía siempre puesta en duda por Alice, un ama de casa interpretada por Florence Pugh. En las grietas de su idílico matrimonio con Jack (Harry Styles) se va dibujando la terrible verdad de un distópico lugar cuyas comodidades no son sino trampantojo de una realidad mucho más terrible que subyace en ellas. De telón de fondo: el Proyecto Victoria, una misteriosa labor en la que trabajan los hombres de la comunidad en la que viven.

Recepción en Venecia

Wilde llegaba al Festival de Venecia con el beneplácito de la crítica, a quien le había encantado su ópera prima, Súper empollonas (Booksmart). Aunque fuera de concurso, la película acaparó toda la atención de unos medios ávidos de polémica (incluso se llegó a difundir un vídeo por redes en el que Styles aparentemente escupía antes de la proyección a Chris Pine, uno de sus compañeros de reparto). Finalmente la película se proyectó polarizando a la crítica.

Al lado de reacciones muy positivas, que alababan su vertiente distópica de enfoque feminista así como su capacidad de entretener, se podían leer críticas que tildaban la cinta de “Black mirror de baratillo”.  No sería de extrañar que estas dispares reacciones estuviesen condicionadas por el ruido que ha acompañado al largometraje desde su producción. Y es que parece que No te preocupes querida va a ser un bombazo cinematográfico además de mediático. Uno cuya onda expansiva repele lo mismo que atrae; seduce al tiempo que disuade.

Ha llegado el momento de que el público dicte sentencia.


La más sonada y polémica película del Festival de Venecia se estrena este viernes 23 de septiembre. ¿Te la vas a perder?

 

Pablo S. Lucientes