La esperadísima nueva película del genio del terror y la comedia Jordan Peele llegará definitivamente a nuestras salas el viernes 19 de agosto, aunque tendrá un preestreno exclusivo para cines el jueves 11

Sabías qué..?

¡Nop! comienza con una curiosidad y todo su concepto está íntimamente ligado a ella. El dato en cuestión es la primera imagen en movimiento de la historia: un jockey negro a caballo, figura que se encuentra en la génesis del cine y que jamás ha tenido crédito alguno. Su nombre es desconocido y se ha desvanecido en el tiempo. Las imágenes fueron tomadas por Eadweard Muybridge, fotógrafo de la época y pionero de la cronofotografía, técnica que serviría para el desarrollo final del cinematógrafo. 

La película de Peele se toma ciertas licencias con este hecho. En primer lugar, la imagen del jockey negro galopando no es exactamente la primera que se rodó (Muybridge ya había hecho experimentos con anterioridad), aunque quizá sí sea la más famosa. Prueba de ello fue el hiato que hubo en la relación que el fotógrafo mantenía con Leland Stanford. El que fuese en su día gobernador de California y acaudalado magnate aseguraba que el caballo, galopando, no apoyaba, por momentos, ningún casco en el suelo. Las fotografías de Muybridge trataban de probar este hecho captando varios instantes consecutivos del galope del caballo para más tarde montarlos y verlos uno detrás de otro como si el caballo se moviese. El percance que lo abstrayó de su trabajo fue el viaje que emprendió para matar al amante de su mujer, del cual fue absuelto ante una corte que consideró el hecho un “homicidio justificado”. Tras este suceso fue que Muybridge pudo terminar la serie de fotografías que hoy conocemos como “El caballo en movimiento”.

Los hermanos protagonistas de la película de Peele y que poseen una cuadra de caballos que alquilan para rodajes de películas (Haywood Hollywood Horses) se dicen tataratataratataranietos de un tal Alistair E. Haywood, nombre ficticio que el guionista otorga al jockey de las fotografías de Muybridge. Con ello, el también director trata de dar crédito a “la primera estrella” de la historia del cine, así como elaborar un discurso en torno a cómo muchos nombres de la historia han sido borrados u olvidados por cuestiones raciales. 

Al mismo tiempo, la película trata sobre conseguir una imagen nunca vista: en este caso, la de un ovni real. Las primeras fotografías de Muybridge se unen conceptualmente con las que los personajes de Daniel Kaluuya y Keke Palmer intentan crear. Hay en todo este planteamiento una idea muy metacinematográfica, sobre lo que es capturar algo nunca antes visto (el caballo de Muybridge en su momento o la imagen de un ovni real hoy día) y sobre el reconocimiento que merecen las personas implicadas en tales hazañas artísticas.

Los aliens

Jordan Peele es conocido por sus caprichos de género, sus películas siempre están situadas en un contexto muy concreto y parten de ideas muy acotadas. En Déjame salir, por ejemplo, explora las sociedades secretas a través de un retrato de terror en torno al racismo. Recuerda a El bosque de M. Night Shyamalan, cineasta con el que comparte ciertas cuestiones de estilo. Para su segunda película, Nosotros, el cineasta estadounidense exploró el concepto de doppelgänger para elaborar un discurso de clase al respecto. ¡Nop! es también una película de género cuyo envoltorio es el de una película de aliens pero cuyo trasfondo explora nuestra obsesión con las imágenes, la inmediatez con las que las necesitamos, así como la importancia de lo que captamos y de cómo lo hacemos. En este sentido, se encuentra más cerca de Señales o Encuentros en la tercera fase que de cualquier cosa que el director haya hecho antes.

Jordan Peele

Jordan Peele es uno de los pocos directores de Holywood con carta blanca para hacer lo que quiera, además de ser uno de los pocos que dentro del mainstream se puede permitir hacer “películas de género” con sello autoral. Ganador del Oscar a Mejor Guion por Déjame Salir, su estilo se ha caracterizado por la mezcla de géneros y el discurso socialmente comprometido. También escritor del reciente remake de Candyman, el autor estadounidense se ha erigido como una de los voces más fecundas y de mayor proyección de su país. Sus películas no solo son ácidas e incisivas a nivel crítico (con el racismo o el capitalismo, por ejemplo) sino que también son divertidas, con momentos desternillantes que se entremezclan con otros terroríficos al tiempo que el western se confunde con el sci-fi o el survival horror, como es el caso de ¡Nop!. Su estilo posmoderno le acerca con inteligencia a los tiempos que vivimos de información solapada, memificada, mestiza, ambigua y heterogénea.

La crítica

Desde que se estrenó Déjame Salir, está claro: una película de Jordan Peele es un acontecimiento. Con ¡Nop! no ha sido diferente. Los críticos se han lanzado a desentrañar sus secretos y han destacado el ingenio del autor, además de su capacidad para mezclar géneros. Su personalidad irreverente continúa intacta, así como su capacidad para generar imágenes terroríficas. Aunque algunos señalan cómo la película está tan rebosante de ideas que no termina por explorar ninguna, lo cierto es que la cinta protagonizada por Daniel Kaluuya, Keke Palmer y Steven Yeun tiene el favor de los especialistas. O, en palabras de uno de ellos: “incluso una película mediocre Jordan Peele es mejor que la película más sólida de un director corriente”.

El tercer largo de Jordan Peele se estrenará el 19 de agosto, aunque tendrá un preestreno el jueves 11

 

Pablo S. Lucientes