«Un año, una noche»: la larga sombra de la noche

La primera película que cuenta los atentados de París de 2015 es española, está dirigida por Isaki Lacuesta y se estrena este viernes 21 de octubre.

Paz, amor y Death Metal

Hace ya casi siete años de los atentados de París en los que 130 personas perdieron la vida a manos de terroristas islámicos. Varios fueron los puntos de la ciudad donde perpetraron sus crímenes los atacantes; donde llevaron a cabo la yihad produciendo la mayor masacre en territorio francés desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En el epicentro mediático: la sala Bataclán, que esa noche acogía un concierto de la banda californiana Eagles of Death Metal.

Allí presente, en el lugar más castigado de aquel viernes 13 de noviembre de 2015, se encontraba Ramón González junto a su pareja y un par de amigos. Nacido en Daimiel (Ciudad Real) y licenciado en Ingeniería Química, el español vivía y trabajaba en París desde 2011. La experiencia de aquella noche a la que sobrevivió, así como las secuelas que le acompañaron después, le permitieron dar testimonio del suceso y sus consecuencias. El libro que lo recoge, titulado Paz, amor y Death Metal, no solo da cuenta de una detallada experiencia del atentado escrita por una persona que sobrevivió al ataque de la Bataclán, sino que explora lo que significa el trauma y cómo este afecta a la vida de uno, que ya nunca será como antes.

La película de Isaki Lacuesta que se estrena esta semana (Un año, una noche) toma como base, además de otros testimonios de supervivientes, el libro de Ramón.

Reconstruir la tragedia

Isaki Lacuesta cuenta en su haber con algunos de los más importantes galardones de nuestro país. Desde que ganase el premio FRIPESCI en 2009 por su película Los condenados, el director de documentales, largometrajes de ficción y hasta vídeoinstalaciones, se ha llevado en el Festival de San Sebastián nada más y nada menos que dos Conchas de Oro (la última de ellas en 2018 por su documental Entre dos aguas). Su capacidad para adentrarse en contextos y culturas como pueden ser la del mundo gitano y extraer emotivas historias individuales de ellas le convierten en un explorador del alma humana. Es esta capacidad suya bien reconocida la que lo confirma como un autor idóneo para tratar con rigor, respeto y agudeza un episodio tan negro como la matanza de la Bataclán.

A la hora de construir la narración, Isaki tuvo la audacia de centrarse más en las secuelas que exponían el libro de Ramón y los testimonios de otros supervivientes que en las imágenes morbosas del atentado. No es, por tanto, una reconstrucción del momento en el que se genera el trauma, sino más bien una crónica de cómo éste emerge a posteriori. Además, cambió la nacionalidad de la pareja de Ramón (Argentina) para poder tener representación francesa en la crónica de un suceso que ocurrió en ese país. Para interpretar ese papel se escogió a la célebre actriz Noémie Merlant (Retrato de una mujer en llamas, París, Distrito 13).

El elenco

A la actriz francesa la acompañan conocidos rostros del cine de nuestro país como pueden ser Natalia de MolinaQuim Gutiérrez. Además podremos ver al mismísimo C. Tangana en su primera aparición en un largometraje de ficción. Acompañándolos a todos, como protagonista de la cinta y trasunto de Ramón González, Nahuel Pérez Biscayart, pareja en la película del personaje de Noémie Merlant y cabeza visible del filme. 

En el apartado musical, dando las notas adecuadas a un elenco de altura, tenemos a Raül Refree, productor y músico del primer disco de Rosalía, conocido también por sus bandas sonoras, entre las que se incluye una colaboración anterior con el propio Isaki.

La crítica

Un año, una noche pasó por la BERLINALE para más tarde proyectarse en el Festival de San Sebastián. La prensa ha sido muy entusiasta en su recibimiento, señalando como mayor virtud del filme su vertiente psicológica así como su pudor a la hora de mostrar el atentado, evitando caer en el sensacionalismo y la morbosidad.


Este viernes 21 de octubre se estrena la película más delicada de Isaki Lacuesta.

 

Pablo S. Lucientes