Este viernes 10 de febrero llega a nuestras salas la cinta pakistaní Joyland, un retrato sobre los tabúes familiares, la libertad sexual y los entresijos de una sociedad conservadora. Aquí os dejamos cinco razones por las que ir a ver esta premiada cinta queer:

Una película valiente

El debut en el largometraje de Saim Sadiq ha requerido de un coraje mayúsculo. Su existencia supone una crítica incómoda pero necesaria a la sociedad ultraconservadora de Pakistán, su país de origen. Es precisamente por esto que la película fue prohibida en las salas del territorio durante un tiempo. La censura impuesta por el Ministerio de Información y Radiodifusión consecuencia de las quejas de los sectores conservadores fue levantada en noviembre gracias a la presión ejercida en los medios por parte de su director, su reparto e incluso la famosa activista Malala Yousafzai.

Ovacionada en Cannes

A su paso por el festival de cine de autor más importante del mundo Joyland tan solo recibió aplausos. La audiencia de Cannes vitoreó su proyección en pie mostrando cuánto le  entusiasmaba la cinta. La ovación duró nada más y nada menos que 8 minutos.

Cine comprometido

Joyland es una película de temática LGBTIQ+  comprometida activamente con el colectivo, hecho que le permitió competir por (y ganar) la Queer Palm del último Festival de Cannes. Su director ideó la cinta tras entrar en contacto con la comunidad trans de su ciudad natal, Lahore. De ahí partió el cortometraje (Darling) que sirvió de preámbulo a su primer largo . En él colaboró con la actriz trans Alina Khan, quien es una de las piedras angulares de Joyland, obra que, en su conjunto, supone un esfuerzo comprometido por retratar realidades sistemáticamente silenciadas en Pakistán. 

Haciendo historia

Pese a la oposición frontal tanto del gobierno de su país como de los sectores conservadores, Joyland se las ha arreglado para hacer historia. No solo se ha convertido en la primera película de su país en participar en el Festival Cannes, sino que estuvo a punto de ser nominada a los Premios Oscar. Su presencia en la shortlist de la Academia para la categoría de Mejor largometraje extranjero junto a éxitos de este último año como Sin novedad en el frente o Close, supone un hito sin precedentes en su país.

Saim Sadiq, una nueva promesa

Tras el éxito de crítica de la película no hay duda de que Saim Sadiq se ha convertido en un cineasta a seguir en el futuro. Nacido en 1991, el director pakistaní cuenta ya con un Premio del Jurado (Un Certain Regard) del Festival de Cannes, además de con un recorrido temprano por algunos de los certámenes de cine más importantes del mundo.

Joyland se podrá disfrutar en pantalla grande a partir de este viernes 10 de febrero.