«Cyrano»: Las cosas que se hacen por amor

Poeta, dramaturgo y un libertino pensador francés. Cyrano de Bergerac, un novelista muy controvertido del siglo XVII, y para muchos, un incomprendido en su época. Una de sus obras póstumas, L’autre monde (El otro mundo), es considerada una de las primeras novelas de ciencia ficción, y por ello se le tiene como uno de los precursores de este género. Pero si por algo se le conoce en mayor medida, es por la obra de teatro, Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand, que narra su vida, o al menos una porción de ella en realidad. Por supuesto, el cine no se iba a quedar atrás, y de la mano de Joe Wright, tenemos esta nueva versión titulada sencillamente, Cyrano.

Joe Wright vuelve a los romances clásicos, basados en famosas novelas, en este drama musical protagonizado por Peter DinklageHaley Bennett y Kelvin Harrison Jr. Y si te ha picado la curiosidad, podrás disfrutar de esta renovada versión desde el 11 de marzo de 2022 en cines.

«El alma que ama y revelarlo no osa, con la razón se encubre pudorosa. Me atrae un astro que en el cielo brilla; mido su altura, en mi ruindad reparo y, por miedo al ridículo, me paro a coger una humilde florecilla»

Cyrano poster

Sinopsis de ‘Cyrano’

El aclamado director Joe Wright nos envuelve en una sinfonía de emociones, música, romance y belleza en CYRANO, brindándonos su propia visión de la intemporal historia de un desgarrador triángulo amoroso. Adelantado a su tiempo, Cyrano de Bergerac (interpretado por Peter Dinklage) deslumbra en cualquier enfrentamiento tanto con su afilado ingenio verbal como con su punzante espada en un duelo. Pero, convencido de que su apariencia lo hace indigno del amor de su gran amiga, la brillante Roxanne (Haley Bennett), Cyrano no se decide a declararle sus sentimientos… y, mientras, su querida Roxanne se enamora a primera vista de Christian (Kelvin Harrison, Jr.). (Universal Pictures España)

De la obra a la pantalla

En Cyrano, vemos una versión significativamente distinta a lo que estamos acostumbrados de la clásica obra de Edmond Rostand, la cual ha sido adaptada y reescrita muchas veces en cine y teatro, muchas.

La historia narra una parte de la vida de Cyrano (Dinklage), que está locamente enamorado de la dulce y bella Roxanne (Bennett), una amiga de la infancia que ha puesto sus ojos en el atractivo nuevo recluta Christian (Harrison Jr). Cyrano deslumbra a todos con sus agresivos e ingeniosos juegos de palabras, y su espléndido manejo de la espada. Sin embargo, no tiene valor suficiente para declarar su amor por Roxanne, ya que piensa que no es digno de ella debido a su aspecto. Pero aquí no veremos largas narices postizas, como en las otras versiones, porque el complejo que impide a Cyrano confesar su amor, es su enanismo. Y hay que decir que Dinklage reconduce este cambio muy bien, como para no darle importancia.

Cyrano provoca lástima y a la vez admiración, ya que sus sentimientos por Roxanne le llevan a crear una ilusión solo por verla feliz, aunque jamás sea correspondido. Ella ama a Christian y la poesía, y como el chaval no es un lumbreras, el bueno de Cyrano debe ayudarle escribiendo y pronunciando los versos por él, sin que Roxanne lo sepa. En este sentido, se ve reflejada la intención de Wright, en la que explora la idealización de ese sueño romántico tan ansiado, sin importar si es o no real. Lástima que al final se quede solo en una idea que meten en la cabeza al espectador, en un final quizás demasiado benevolente y alentador, pero el mensaje está presente, no hay duda.

Peter Dinklage

Dinklage llena el escenario

Cyrano nos regala momentos muy emotivos, protagonizados en su mayor parte por Dinklage y Bennet, quienes ya interpretaron a los protagonistas en la obra dirigida por Erica Schmidt (Esposa de Dinklage) en el Daryl Roth Theatre de Nueva York en 2019. Pero si debemos hablar en cuanto a la calidad de sus actuaciones, Peter Dinklage se lleva el trofeo en esta producción.

Nadie niega la buena labor de Haley Bennet en el musical de Schmidt, pero es evidente que el cambio de escenario a pantalla no le ha sentado demasiado bien. Sus escenas con Dinklage son las que le dan seguridad, pareciendo que se siente más cómoda en esos instantes. En cambio en sus escenas a solas, o junto a Kelvin Harrison Jr, es como si se le apagara la inspiración y su interpretación deja de brillar.

Harrison Jr hace lo correcto en su función de amante atractivo pero sin ingenio ni decisión propia. Sin embargo, junto a Bennet, no dejan de quedar en un notable segundo plano, eclipsados ante el carisma que desprende Dinklage. No es un gran cantante, pero sí un gran intérprete que consigue llenar la pantalla él solo si es necesario, con permiso del resto del elenco, y destacando entre otros al villano de turno, el conde De Guiche, interpretado por Ben Mendelsohn.

Cyrano

Musicalmente hablando

Cyrano es un drama musical, que gana más con su historia que con sus canciones. Y no es que tenga un mal repertorio, pero tampoco abundan los temas notorios que dan personalidad y auténtico espectáculo; que en definitiva es lo que se busca en este género.

En este campo, Bennet es quien le da más tonalidad a la trama. Dinklage, no tiene una voz muy melódica que digamos, pero lo compensa con su expresiva poética. Y Harrison Jr. vuelve a quedarse en un discreto correcto, que resulta tierno por momentos, pero que se apagan al poco tiempo.

Es evidente que los textos de la obra original de Rostand se han modificado hasta la saciedad al paso de los años. Y en CyranoWright a querido modernizarlos y adaptarlos a la época actual, restando en ocasiones esa intención de oda poética. También habría que mencionar las innecesarias escenas de relleno, que bien podrían llegar a representar casi media hora de las dos que dura el metraje; en su mayoría escenas musicales que nadie echaría de menos si faltaran.

A pesar de ello, la historia en general resulta interesante, triste y romántica a su manera. Gustará a los más románticos y posiblemente también a los fans del género musical. Aunque si esta película destacara entre otras de sus versiones, sería por la visión que Dinklage ha aportado como Cyrano.

Cyrano

Conclusión de ‘Cyrano’

Cyrano es un drama musical, que ofrece una visión notablemente distinta y más piadosa a diferencia de las otras muchas versiones de la obra original de Edmond Rostand, Cyrano de Bergerac. Musicalmente hablando, no es una maravilla que destaque, pero lo compensa con una historia que conmueve, regalando momentos muy tiernos junto a Dinklage y Bennet. Tiene ciertas escenas de relleno, que de no haberse puesto en el metraje final, no se habrían echado en falta en absoluto. Pero si algo hay que destacar de esta nueva adaptación, es la ingeniosa y carismática interpretación que hace Dinklage del protagonista, que llena la pantalla y eclipsa al resto de elenco. Cyrano gustará a los más románticos, y posiblemente también a los fans del género musical.

 

Fuente: Javi Sardi, de Cinemagavia.