«42 segundos»: gladiadores en el agua

42 segundos la historia de la mejor selección española de waterpolo de la historia llega este viernes 2 de septiembre a nuestros cines.

Barcelona 92

Corría 1990 cuando se decidió contratar a Dragan Matutinovic como entrenador de la selección española de waterpolo. Se buscaba con ello un cambio de rumbo para una disciplina en la que nuestro país no había conseguido todavía ningún éxito. Y la llegada del croata fue toda una revolución, como un huracán.

Muchos son los jugadores de la época que recuerdan de manera traumática las duras sesiones a las que fueron sometidos por el técnico, que concentró a la selección en Andorra con la intención de forjar “gladiadores”. Algunos lo definen como “el infierno”, otros como “un mal necesario”, pero, independientemente de las impresiones de cada uno, lo que es seguro es que las sesiones maratonianas a las que los sometía (que incluían 10km de carrera, 10 de natación, 90 minutos de fútbol y exigentes sesiones de gimnasio) dieron sus frutos en las contiendas a las que la selección acudió desde entonces.

Las uñas se les caían de los pies mientras el croata les instaba a “subir con los ojos” las colinas andorranas si es que no podían “subirlas con los pies”, y fue la resistencia que ganaron en este periplo dantesco de infernal maltrato verbal e inabarcable esfuerzo físico el que les permitió alcanzar el segundo puesto en los juegos olímpicos de Barcelona 92. A partir de ahí todo es historia: la mejor época del Waterpolo español, consiguiendo el oro cuatro años después en Atlanta y ganando hasta 2001 dos campeonatos mundiales seguidos.

42 segundos es la historia del sufrimiento, las tensiones y esfuerzos que llevaron al compañerismo y la entereza necesaria para afrontar aquellos legendarios juegos celebrados en Barcelona que cambiaron por completo el rumbo de este deporte en nuestro país.

La rivalidad

La película de Dani de la Orden está vertebrada por la tensa relación entre Pedro García Aguado y Manel Estiarte, ambos interpretados respectivamente por Jaime Lorente y Álvaro Cervantes. De un lado, el presentador del parasitario, aleccionador y moralmente cuestionable programa Hermano Mayor (entre otros realitys de éxito en nuestro país), representa la fiereza alocada y juvenil del que tiene hambre de éxito y marcha, un jugador potente e indisciplinado al que le gusta salir de fiesta, mientras que Manel tiene una filosofía mucho más estricta, constante y rigurosa que busca el éxito desde el trabajo duro.

El objetivo de Àlex Murrull (que co-dirige su primer largo) junto a Dani de la Orden es adentrarse en esa relación que marcó el carácter de la selección de aquellos años y que se debatía entre la fuerza incontrolable de la rebeldía adolescente y la tenacidad disciplinada de los métodos de Matutinovic. 

La crítica

Es indudable que 42 segundos se fija sobre todo en los biocpics deportivos estadounidenses, con su gusto por el orgullo nacional y la epicidad de cualquier evento deportivo, por pequeño que sea. Los críticos han alabado sobre todo la forma en que conjuga las tensas escenas de juego con un drama que merece la pena ser contado. En la realidad, en el choque del carácter de Matutinovic, inamovible y exigente, con el de sus inexpertos jugadores se encuentra la tensión dramática que De la Orden y Murrul saben explotar.

Dani de la Orden también estrena este viernes 2 de septiembre El Test, una pequeña comedia que compartirá cartel con la gran cinta del fin de semana, 42 segundos, co-dirigida con Àlex Murrull y que promete rendir tributo a una historia real e inspiradora. 

 

Pablo S. Lucientes