«Los buenos modales»: rencores familiares

Este viernes 28 de abril la segunda comedia de Marta Díaz llega a nuestras salas.

Costumbrismo almodovariano

Si con algo considera el crítico de cine Javier Ocaña que se puede comparar Los buenos modales (la última comedia costumbrista de la realizadora Marta Díaz) es con el estilo de Almodóvar. Su mezcla entre melodrama familiar y comedia, así como su estética cotidiana aunque tremendamente colorida, lo demuestran. 

Viniendo de Mi querida cofradía (su primer largometraje, de motivo y estética religiosos típicos del director manchego desde Entre tinieblas y La ley del deseo) la joven directora comienza su segunda película en un funeral, ese que tan intensamente aparece en Todo sobre mi madre y que aquí da el pistoletazo de salida a una historia sobre el perdón tardío y reprimido. 

Entre el conflicto familiar están las cuidadoras de unos nietos, de nombres muy castizos (Trini y Milagros), amigas de hace tiempo que se esforzarán por reunir a las dos abuelas y hermanas protagonistas, enfrentadas por un rencor supremo del pasado.

Esta mezcla entre odio y amistad es una oda a la fraternidad llena de humor además de una mirada a realidades (abuelas y cuidadoras) muchas veces relegadas a papeles secundarios.

Marta Díaz and Cía

Díaz ha querido contar con algunas de las actrices que participaron en su primer largo (Gloria Muñoz, Pepa Aniorte y Carmen Flores), a las que en esta ocasión se les suma Elena Irureta (Patria) para componer un cuadro dinámico de la ambivalente y contradictoria relación entre estas cuatro mujeres.

La intención de Díaz era sobre todo rodar un homenaje a aquellas mujeres que sostienen la familia, que han dedicado su vida a ello y de la que son buena muestra cuidadoras y limpiadoras. Son ellas las voces cantantes de esta película, mostrando con sentido del humor los más y los menos de sus vidas. 

La confianza da asco y es quizá en esa cercanía obligada de la familia donde el guión que Díaz co-escribe con Zebina Guerra encuentra sus mejores momentos. En ellos se da cuenta del título de la cinta: de cómo «los buenos modales», la buena educación, a veces es atrofiada por la cercanía de la familia con la que, quizá, en ocasiones, nos tomamos demasiadas libertades.

Recibimiento

Al igual que ocurrió con Mi querida cofradía (premio para Carmen Flores incluído), Los buenos modales pasó por el Festival de Málaga, arrancando risas a los presentes y reabriendo heridas del pasado que, tal vez, deban ser cerradas. 

La crítica, en su comparación con el cine de Almodóvar, no ha dejado mal parada a la cinta de Díaz, de la que dicen que es un desvarío cómico muy agradable, con buen nivel coral en las interpretaciones de unos personajes a los que trata con mucho cariño.

Los buenos modales espera en salas a lxs hermanxs de España a partir de este viernes 28 de abril.