Sin duda, una de las mejores películas presentada hasta ahora en la 69 Edición del Festival de Cine de San Sebastián ha sido Maixabel. Emotiva y esperanzadora, mostrando los sentimientos de los victimarios, algo poco habitual.

El gran talento de la actriz y directora Icíar Bollaín, de sobras está demostrado, pero en este último trabajo, se ha superado todavía más. Basada en angustiosos hechos reales, ha sabido elegir al elenco perfecto para dar vida a unos personajes muy especiales.

Interpretando a “Maixabel Lasa”, viuda de Juan Mari Jaúregui, una magnífica Blanca Portillo y a “Ibon Etxezarreta“, uno de los tres miembros de ETA que lo asesinaron, el extraordinario Luís Tosar. En el guion también participó Isa Campo, siendo producida por Juan Moreno, Koldo Zuazua y Guillermo Sempere. Tiene previsto su estreno en cines el día 24 de septiembre de 2021.

Sinopsis

Maixabel Lasa pierde en el año 2000 a su marido, Juan María Jaúregui, asesinado por ETA.

Once años más tarde, recibe una petición insólita: uno de los asesinos ha pedido entrevistarse con ella en la cárcel de Nanclares de la Oca en Álava, en la que cumple condena tras haber roto sus lazos con la banda terrorista.

A pesar de las dudas y del inmenso dolor, Maixabel Lasa accede a encontrarse cara a cara con las personas que acabaron a sangre fría con la vida de quien había sido su compañero desde los dieciséis años.

Un tema espinoso

Durante cinco décadas, la banda armada ETA fue causante de mucho dolor en España, sobre todo en Euskadi. Según palabras de Luís Carrasco, el segundo de los tres etarras que perpetró el atentado, elogiosamente interpretado por Urko Olazabal, “mataban sin saber, sólo recibían órdenes…había que hacer daño”.

A menudo y siendo comprensible además, se habla de las víctimas, que no sólo fueron aquellas que murieron, sino también los familiares y cercanos. En Maixabel se han querido expresar las emociones de los presos arrepentidos.

Presos que fueron tachados de “traidores” por otros compañeros. Todos ellos, jóvenes fanáticos dirigidos por mediocres.

Redención

Pasar día tras día, noche tras noche, año tras año entre rejas, es mucho tiempo para pensar. Reconocer la vida horrible que llevaban, huyendo siempre, eludiendo responsabilidades. Finalmente llegando a creer que la cárcel los salvó. Ibon Etxezarreta llega a desear que le hubieran hecho preso al principio, antes de cargar en su conciencia con víctimas inocentes. Muchos años después, en uno de sus permisos, vuelve a recorrer todos los lugares donde había atentado, produciéndole un hondo y abrumador pesar.

Por otro lado, no se trata tan sólo de perdonar a quien tanto te ha dañado. Icíar Bollaín ha querido manifestar en Maixabel, la necesidad que tenían y tienen las víctimas, cualquier víctima, en comprender el motivo de tanto mal. Saber qué les inducía a los victimarios a causar tanto sufrimiento.

Reuniones de acercamiento

Durante un tiempo, se llevaron a cabo algunas reuniones entre victimarios y víctimas, siendo Maixabel Lasa la primera en acceder.

“Todo el mundo merece una segunda oportunidad” son sus propias palabras, las que también hubiera compartido su difunto esposo. “Quiero decirles a la cara todo lo que me han hecho, mostrarles el tipo de persona que era mi marido”.

Sin embargo, su hija, María Jaúregui, aun respetando la decisión de su “ama”, no  deseará participar en esas reuniones. Para ella fue un terrible golpe que le va a costar perdonar. Es la joven María Cerezuela quien interpreta magistralmente a este personaje, quedando huérfano en su adolescencia.

Conclusión de ‘Maixabel’

Maixabel es un emotivo largometraje sobre el conflicto vasco. La última obra maestra de Icíar Bollaín, quien con respeto y sensibilidad nos muestra una parte desconocida de ETA. Aunque bien podría tratarse de justicia universal, es decir de cualquier conflicto que lamentablemente existen en el mundo.

Las magistrales interpretaciones de todos los actores rozan el alma, haciendo difícil no sentir el verdadero arrepentimiento de algunos de los etarras, así como la fortaleza y dignidad de las víctimas.

Una historia de nuestro pasado reciente, con una visión positiva donde el diálogo y la empatía son suficientes razones para ir cerrando heridas.

 

Fuente: Irene Abecia Navarro, de Cinemagavia.