Mitos y leyendas de «Cantando bajo la lluvia»

El clásico del cine musical de la MGM se reestrena en salas este fin de semana. Dirigido por Stanley Donen y Gene Kelly (quien protagonizó la cinta junto a Donald O’Connor y Debbie Reynolds), Cantando bajo la lluvia ha dado, a más de 70 años de su estreno, para muchas curiosidades documentadas y mitos legendarios. Pero… ¿cuántos de estos son reales? Aquí te dejamos algunos hechos (y algún que otro bulo) del famoso musical.

Un clásico sin Oscar

Cantando bajo la lluvia es posiblemente el musical más famoso de la historia y, sin embargo, no fue reconocido con los premios más importantes de su país. Ni un Oscar se llevó el largometraje de Donen y Kelly, quienes ni siquiera vieron su gran proyecto nominado a Mejor Película. Tan solo fue galardonado Donald O’Connor con el Globo a Mejor actor de comedia o musical. Parece que los premios no son justos, pero el tiempo lo pone todo en su lugar.

Un musical no es moco de pavo

Debbie Reynolds llegó a decir que, junto a dar a luz, rodar Cantando bajo la lluvia había sido una de las experiencias más difíciles de su vida. Y es que ella, inexperta en el baile, tuvo mucho que aprender durante el rodaje. Kelly la ayudó especialmente ensayando durante las noches con ella, apoyo que Reynolds agradeció siempre.

Donald O’Connor se rompió bailando

En la secuencia de la canción «Make Em’ Laugh» en la que el cantante, bailarín y actor Donald O’Connor da una voltereta ayudándose del muro para poco después atravesar otro el esfuerzo físico fue tal que su siguiente parada fue el hospital. El actor repitió la secuencia dos días seguidos, con toda su mezcla absurda entre slapstick y breakdance debido a que no se había rodado correctamente la primera jornada. Sus extremidades acabaron hechas puré una vez consiguieron la toma.

¿Cantando bajo la leche?

Quizá la curiosidad más veces repetida de Cantando bajo la lluvia sea la de que utilizaron una mezcla de agua y leche para que las gotas se viesen en pantalla. Pues bien, esta anécdota es falsa. La realidad es que el efecto para que se apreciasen las gotas que calaban a Gene Kelly en pantalla mientras cantaba “Singin’ in the rain” se consiguió gracias a una compleja planificación de iluminación a contraluz. Mucha dificultad supuso, sí, pero nadie utilizó leche.

Una toma febril

Que Gene Kelly rodó la famosa escena de “Singin’ in the rain” con 39 de fiebre, empapándose hasta el alma por el bien de la película es completamente cierto. Ahora bien, el rumor de que la clavó en una toma es falso. Lo cierto es que tardaron entre 2 y 3 días en completarla. Con Kelly al borde de la catatonia, eso seguro.

A partir de este viernes 20 de enero Cines Embajadores hará sonar en sus salas la mítica música de este clásico de Hollywood. ¡No te lo pierdas!