«Toro Salvaje»: claroscuros de un clásico

El clásico de 1980 dirigido por Martin Scorsese vuelve a estrenarse en salas restaurado en 4K. A 43 años de su estreno la cinta nominada a seis oscars (de los cuales tan solo cosechó dos) sigue la línea de otras restauraciones de los últimos años como la de 2001: Una odisea del espacio supervisada por Christopher Nolan o la que se proyectó el año pasado con motivo del 50 aniversario de El Padrino. El mismísimo Martin Scorsese ha querido supervisar personalmente esta nueva versión del biopic de Jake LaMotta; una película llena de anécdotas y detalles que quedaron para la posteridad. Aquí compartimos algunos de ellos.

¿Por qué una restauración?

Es bien conocido el amor de Scorsese por el séptimo arte. No solo en su producción sino también a través del ámbito de la conservación, actividad a la que el director estadounidense ha dedicado, cual filantrópico cinéfilo, mucho esfuerzo en los últimos años . Por ese motivo fundó en 2022 The Film Foundation Restoration Screening Room, una plataforma de películas restauradas que comenzó rescatando clásicos de Michael Powell y Emeric Pressburger. Este año le ha tocado a una de sus películas ser revisada. Toro Salvaje ya tiene un corte en 4K supervisado no solo por su director, sino también por su laureada montadora, Thelma Schoonmaker, quien consiguió un Oscar por la película.

“Eras mucho peor”

Siempre se ha dicho que Toro salvaje no es simplemente una película de boxeo, sino una gran radiografía del ser humano, y en concreto de la masculinidad. Basada en la vida de Jake LaMotta, se cuenta que el célebre boxeador acabó bañado en sus propias lágrimas una vez pudo ver el corte final. Tras verse desde fuera como el maltratador que era no pudo sino dirigirse a la que fuese su esposa, Vikki LaMotta, para preguntarle si de verdad él era así. Su respuesta fue tajante: “eras mucho peor”.

¿Blanco y negro?

Scorsese ya había jugado con el color para esquivar la censura rebajando el tono de la sangre en Taxi Driver. Tan solo había rodado hasta entonces un largometraje en blanco y negro (¿Quién llama a mi puerta?). Entonces, ¿cómo es que decidió rodar Toro Salvaje sin color recién entrados los 80? La razón fue la admiración que el director sentía por los grandes clásicos del cine sobre boxeo. El ídolo de barro, Marcado por el odio o Más dura será la caída eran ya clásicos en blanco y negro, protagonizados por grandes estrellas como Kirk Douglas, Paul Newman o Humphrey Bogart a quienes se les unía ahora Robert DeNiro. Además, estas películas se acercaban en el tiempo a la época en la que Jake LaMotta se convirtió en el peso pesado que llegó a ser.

El comienzo de una larga amistad

La dupla DeNiro/Pesci nos ha dejado grandes películas como Uno de los nuestros o Casino. La última vez que coincidieron bajo el abrigo de Scorsese fue en 2019 con El Irlandés. Pero realmente su relación comenzó con Toro Salvaje. Para construir su vínculo como hermanos en la película, Robert y Joe entrenaron y vivieron juntos antes de la filmación. Desde entonces son amigos inseparables, hasta el punto de que Pesci apareció en la primera película que dirigió DeNiro (Una historia del Bronx).

Un peso de récord 

Para interpretar a Jake LaMotta, DeNiro ganó 27 kilos, cantidad que marcó un récord sin precedentes dentro del mundo de la interpretación. Siete años después, con La chaqueta metálica, Vincent D’Onofrio pulverizó ese récord ganando 30 kilos para aparecer en la película de Kubrick. Desde entonces tan solo Jared Leto (con su actuación como Mark Chapman en El asesinato de John Lennon) ha conseguido igualar esa cifra, siendo esa cantidad (30 kilos) la mayor transformación corporal que jamás un actor ha sido capaz de llevar a cabo para interpretar a un personaje.

A partir de este viernes 2 de junio, en Cines Embajadores brindamos la oportunidad de revivir este clásico del cine en 4K, además de contar con una sesión especial de la mano de Caimán Cuadernos de Cine en la que se desentrañarán todas las claves de esta obra maestra de Scorsese