Sinopsis

En el nacimiento de la Segunda República, Miguel de Unamuno es considerado una de las piedras fundacionales del nuevo régimen. Es propuesto incluso para presidir la República. Solo 5 años más tarde, el 31 de diciembre de 1936, Unamuno moriría en su propia casa para ser enterrado tan solo 24 horas más tarde, el 1 de enero de 1937, con honores falangistas. “Le escribo esta carta desde mi casa, donde estoy desde hace días encarcelado disfrazadamente. Me retienen en rehén, no sé de qué ni para qué. Pero si me han de asesinar, como a otros, será aquí, en mi casa.”